Los árboles y las hierbas comprenden
que la primavera va a terminar.
Fragantes flores compiten, mostrando
mil atractivos colores y tonos.
Flores y sámaras de álamos y olmos,
torpes, solo se lanzan a volar
llenando el cielo de copos de nieve.
Texto original
「题都城南庄」
崔护
去年今日此门中,人面桃花相映红。
人面不知何处去,桃花依旧笑春风。
Antigua práctica
Este poema fue escrito por Cui Hu, poeta de la dinastía Tang. La conocida leyenda que lo inspira relata cómo Cui Hu, tras suspender los exámenes imperiales, visitó durante un día primaveral la aldea meridional de la capital. Al pedir agua en una casa, vio emerger del umbral a una joven cuya belleza floreciente lo cautivó en un instante. Al regresar al año siguiente, encontró la casa vacía, con solo los duraznos floreciendo como testigos mudos, lo que lo inspiró a inscribir estos versos en la puerta. Aunque la veracidad histórica del relato sea discutible, este contexto legendario realza perfectamente la profunda melancolía del poema ante "los rostros desaparecidos y los duraznos perdurables".
Primer pareado: «去年今日此门中,人面桃花相映红。»
Qùnián jīnrì cǐ mén zhōng, rénmiàn táohuā xiāngyìng hóng.
El mismo día del año pasado, tras este umbral, rostros humanos y duraznos en flor se reflejaban en rojo.
El poema comienza estableciendo coordenadas espacio-temporales precisas: "el mismo día del año pasado" enfatiza la nitidez del recuerdo, mientras "tras este umbral" localiza físicamente la epifanía emocional. La yuxtaposición de "rostros humanos" y "duraznos en flor" captura simultáneamente la belleza efímera de la juventud y el esplendor perdurable de la naturaleza. El poeta congela este instante perfecto en una imagen pictórica donde lo humano y lo natural se potencian mutuamente.
Segundo pareado: «人面不知何处去,桃花依旧笑春风。»
Rénmiàn bùzhī hé chù qù, táohuā yījiù xiào chūnfēng.
Los rostros humanos se han esfumado sin dejar rastro, solo los duraznos persisten, riendo a la brisa primaveral.
Este pareado introduce el contraste temporal: la desaparición humana frente a la permanencia natural. El adverbio "persisten" (依旧) funciona como pivote conceptual, subrayando cómo los ciclos naturales continúan imperturbables frente a la fragilidad de los encuentros humanos. La personificación de los duraznos "riendo" (笑) -en realidad meciéndose al viento- acentúa irónicamente la soledad del poeta, transformando el paisaje en espejo de su nostalgia. La obra alcanza aquí su clímax emocional, donde cada elemento natural se carga de significado afectivo.
Análisis Integral
Este poema es una obra lírica típica que describe paisajes para expresar emociones, pero en su esencia es una profunda meditación sobre el tiempo. El poeta, a través de una visita primaveral a un lugar del pasado, contrasta los bellos recuerdos de antaño con el vacío y la pérdida del presente. El poema gira en torno a los símbolos centrales del "rostro humano" y los "duraznos en flor", que funcionan tanto como vehículos de memoria como emblemas emocionales. El primer verso rebosa de hermosos recuerdos, mientras que el último desemboca en la desorientación ante lo que permanece y lo que ha cambiado, revelando la grieta entre el tiempo y los sentimientos.
La obra eleva un "encuentro fugaz" a la categoría de "memoria eterna", y el detalle de "los duraznos aún floreciendo" se ha convertido en una de las imágenes más simbólicas y clásicas de la literatura china. Este símbolo no solo carga con la pérdida emocional personal, sino que también encierra la resignación ante el flujo inevitable de la vida. La universalidad y eternidad de estos sentimientos han asegurado la perdurabilidad de este poema desde la dinastía Tang.
Recursos Estilísticos
- Fusión de escena y emoción, pintura impregnada de sentimiento: El poeta integra magistralmente figura humana y paisaje, creando la vívida imagen de "rostros y duraznos en flor reflejándose mutuamente", transformando la naturaleza en portadora de emociones. Los duraznos no son solo símbolo primaveral, sino receptáculos del amor que el poeta atesora.
- Contrastes marcados, emociones profundas: La oposición entre "el año pasado" y "este año", entre la ausencia del "rostro humano" y la permanencia de los "duraznos en flor", construye un poderoso contraste temporal y emocional, donde una calma superficial esconde un profundo dolor. Con economía de palabras logra múltiples matices y una explosión sentimental contenida.
- Lenguaje conciso y sugerente, significado trascendente: Aunque consta solo de cuatro versos, el poema es rico en significados, con estructura simétrica y lenguaje depurado. Cada carácter es preciso, especialmente expresiones como "se reflejan en rojo" o "sonriendo a la brisa primaveral", que añaden vivacidad a las imágenes e intensidad a los sentimientos.
- Ambiente sereno, cargado de filosofía: "Los duraznos aún floreciendo" simboliza el curso inmutable de la naturaleza y el tiempo, mientras que "no sé dónde está aquel rostro" revela la impermanencia humana. Esta contraposición entre paisaje y persona transmite la melancólica comprensión del poeta sobre el transcurso de la vida.
Reflexiones
Con apenas veintiocho caracteres chinos, este poema muestra la profunda interacción entre persona y paisaje, entre emoción y temporalidad. Nos enseña que los momentos hermosos, aunque efímeros, pueden volverse eternos por su intensidad. Invita a valorar los encuentros presentes y honrar los afectos del pasado, al tiempo que nos inspira a enfrentar con serenidad los "paisajes familiares con personas ausentes" que la vida nos presenta. En los días primaverales donde los duraznos siguen floreciendo, quizás no podamos reencontrar a cierta persona, pero siempre podremos conservar aquel palpitar del corazón en el altar de la memoria.
Traductor
Chen Guojian(陈国坚)
Sobre el poeta
Cui Hu (崔护), 772 - 846 d.C., natural de Dingzhou, provincia de Hebei, fue un poeta de la dinastía Tang que alcanzó el rango de Jinshi (进士) en 796 d.C. Su estilo poético era refinado y grácil. Su estilo poético es refinado y elegante, y su lenguaje es extremadamente fresco.