¡Cuántos encantos ofrece
la montaña en primavera!
Me causa tantos deleites,
que me olvido del regreso
aunque ya cae la noche.
Recojo agua con las manos,
y tengo en ellas la luna.
Me distraigo con las flores,
que me inundan de fragancia
toda la túnica larga.
Quiero emprender el regreso,
mas las flores me retienen.
Dirijo la vista al sur,
donde suenan campanadas.
De entre la azul niebla emergen
pabellones y terrazas.
Texto original
「春山夜月」
于良史
春山多胜事,赏玩夜忘归。
掬水月在手,弄花香满衣。
兴来无远近,欲去惜芳菲。
南望鸣钟处,楼台深翠微。
Antigua práctica
"Excursión nocturna por las montañas primaverales" fue compuesto durante el apogeo de la dinastía Tang, cuando la poesía de paisajes y vida campestre alcanzó su cenit. Aunque se desconocen detalles biográficos de Yu Liángshǐ, sus versos revelan un carácter noble y profundo amor por la naturaleza. Este poema captura una excursión nocturna por las colinas, tejiendo un delicado paisaje etéreo lleno de encanto. Más que mostrar bellezas naturales, expresa el estado espiritual del poeta que trasciende lo mundano para fundirse con las montañas, siendo un ejemplo clásico de la lírica paisajística tang.
Primer pareado: «春山多胜事,赏玩夜忘归。»
Chūn shān duō shèng shì, shǎng wán yè wàng guī
Las montañas primaverales rebosan maravillas, tan absorto en su goce que la noche me sorprende sin retorno.
El inicio establece el tema: las "montañas primaverales" como sujeto activo que "rebosa" encantos. La expresión "noche me sorprende sin retorno" revela una fascinación tan profunda que disuelve la conciencia del tiempo, mostrando la perfecta simbiosis entre el poeta y el paisaje. Este olvido del regreso sugiere ya un estado de trascendencia.
Segundo pareado: «掬水月在手,弄花香满衣。»
Jū shuǐ yuè zài shǒu, nòng huā xiāng mǎn yī
Al recoger agua, la luna queda en mis palmas; al jugar con flores, su aroma impregna mi ropa.
Estos versos cristalizan la esencia del poema. El poeta no solo ve el paisaje, sino que lo interactúa físicamente: la luna se hace tangible ("en mis palmas"), las flores se vuelven compañeras de juego. Esta personificación de elementos naturales alcanza una fusión mística entre sujeto y objeto, donde los límites entre el observador y lo observado se desvanecen con pureza casi infantil.
Tercer pareado: «兴来无远近,欲去惜芳菲。»
Xìng lái wú yuǎn jìn, yù qù xī fāng fēi
Cuando el entusiasmo llega, no hay distancias; al partir, lamento dejar tanta fragancia.
Este pareado puente expresa la libertad absoluta del poeta en su comunión con la naturaleza. "No hay distancias" revela un estado de conciencia expandida, mientras el "lamento" por las fragancias abandonadas refuerza la intensidad de su vínculo emocional con el paisaje, profundizando la psicología del "olvido del retorno".
Cuarto pareado: «南望鸣钟处,楼台深翠微。»
Nán wàng míng zhōng chù, lóu tái shēn cuì wēi
Al sur, donde resuenan campanas, pabellones se funden en la bruma esmeralda.
El final introduce lo auditivo (campanas) y lo visual lejano (pabellones en bruma). El "verde esmeralda" (翠微) de las montañas ya no es simple color, sino sustancia atmosférica que envuelve arquitectura y paisaje. Las campanas, además de marcar el tiempo, simbolizan el llamado a lo espiritual, cerrando el poema en una nota de serena trascendencia.
Análisis Integral
Este poema es una obra maestra del paisajismo poético que combina realismo y sugerencia. Tomando como tema un paseo nocturno por las montañas primaverales, el poeta emplea un lenguaje sencillo y natural para pintar la serena belleza de la noche montañesa, logrando un equilibrio perfecto entre movimiento y quietud, entre lo tangible y lo etéreo. Los primeros versos describen el placer del paseo, los centrales capturan el éxtasis de la fusión con la naturaleza, mientras que los finales, con el lejano tañido de campanas, marcan el paso del tiempo y la profundidad del mundo natural. La estructura progresa como un recorrido por una galería de paisajes, donde cada paso revela nuevos escenarios y cada verso contiene emociones profundas.
Especialmente destacable es el verso "Al tomar agua en mis manos, la luna se posa en ellas; al jugar con flores, su aroma impregna mi ropa", que no solo muestra una descripción innovadora e imágenes de singular pureza, sino que también refleja la búsqueda estética del poeta de fundirse con la belleza natural, alcanzando la unidad entre alma y paisaje. Este pasaje se ha convertido en un clásico atemporal de la poesía china.
Recursos Estilísticos
- Fusión sujeto-objeto, elevación espiritual: Versos como "la luna se posa en mis manos" y "su aroma impregna mi ropa" subjetivizan el paisaje con gran sensibilidad, expresando la íntima conexión entre ser humano y naturaleza.
- Lenguaje fresco y natural: Con un vocabulario llano y sin artificios, el poema crea vívidas escenas llenas de imágenes visuales.
- Estructura clásica impecable: Las cuatro estrofas fluyen orgánicamente desde el inicio hasta la despedida, de la observación cercana a la contemplación lejana, mostrando una progresión emocional perfectamente estructurada.
- Equilibrio entre concreto y abstracto: Elementos como el tañido de campanas y las "brumosas cumbres verdes", aunque intangibles, amplían la profundidad del paisaje, elevando el poema a su clímax lírico.
Reflexiones
La vida poética no requiere bullicio ni grandilocuencia; a veces basta un puñado de agua cristalina, el aroma de una flor o la luz de la luna para despertar la alegría y paz más auténticas. Este poema nos invita, en nuestro acelerado mundo moderno, a reducir la marcha, dialogar con la naturaleza y redescubrir esa serenidad olvidada. A través de un simple paseo primaveral, el poeta despierta en nosotros el anhelo ancestral por la naturaleza, la pureza y la libertad, encarnando la esencia del espíritu estético clásico chino. Esta obra trasciende su época para recordarnos que la verdadera felicidad reside en la capacidad de maravillarnos ante lo sencillo.
Traductor
Chen Guojian(陈国坚)
Sobre el poeta
Yu Liangshi(于良史), poeta de la dinastía Tang, del cual se conservan muy pocos poemas —el Quan Tangshi (Colección completa de poesía Tang) solo incluye cinco de sus obras—. A pesar de su escasa producción, ocupa un lugar singular en la transición estilística entre el esplendor Tang y la época media. Yin Fan, crítico de su tiempo, elogió su obra con las palabras: "Maestro en crear atmósferas, sublime en su naturalidad".