Desde mi edad madura,
me encanta el Tao budista.
En el ocaso de mi vida,
decido vivir mi retiro
al pie del monte Mediodía.
Salgo, cuando me place,
a dar un paseo solo,
y es un deleite inefable.
Llego hasta donde termina el arroyo.
Sentado, contemplo las nubes que nacen.
Por casualidad me encuentro
con un anciano que vive en el bosque.
Charlando, charlando y riendo,
se nos olvida el regreso.
Texto original:
「终南别业」
王维
中岁颇好道, 晚家南山陲。
兴来美独往, 胜事空自知。
行到水穷处, 坐看云起时。
偶然值林叟, 谈笑无还期。
Antigua práctica:
Este poema es una de las obras maestras más famosas del estilo «ligero y natural» de la poesía paisajística e idílica.
El primer dístico describe cómo el poeta, cansado del mundo, se hizo budista después de la madurez y se retiró a la ladera de la montaña Zhongnan en sus últimos años.
El segundo dístico describe la vida del poeta como recluso en Zhongnan. Aquí, el poeta no escribe en detalle sobre la belleza y el placer que vio y encontró, pero la imagen de un recluso ocioso ya ha aparecido en el papel.
El tercer eslabón describe aún más el interés del poeta por las visitas y la elegancia. Dos frases sencillas esbozan un estado de ánimo pausado, la imagen de un ermitaño despreocupado y libre: volvió al arroyo, sin darse cuenta llegó al final del agua, parece que no hay camino que recorrer, entonces simplemente se sentó, y observó ociosamente ante los ojos de una nube blanca que se elevaba …… ¡las nubes blancas en poesía siempre han sido un representante de lo libre y fácil, pausado y gratuito! Lo más encomiable de este verso es que es una imagen muy buena para el poeta. Este verso es muy elogiado por su sencillez de expresión, su poesía pintoresca y su filosofía de vida.
El último verso muestra la naturaleza ligera y el estilo trascendental del poeta.
Traductor:
Chen Guo-jian(陈国坚)
Sobre el poeta:
Wang Wei (王维), 701 - 761 d.C., era natural de Yuncheng, provincia de Shanxi. Wang Wei era un poeta de paisajes e idilios, y ésta es la impresión general que hoy en día se tiene de él y de sus poemas. Sus poemas de paisajes e idilios son de gran alcance en su imaginería y misteriosos en su significado, pero Wang Wei nunca llegó a ser realmente un hombre de paisajes e idilios.